Niña de plástico
La niña agita su mano entre direcciones espantadas
su piel alumbra el secreto de la facilidad
un ojo entre sollozos
los dientes luminosos entre la cueva
es como un retrato sorprendido entre la urbe de los milagrosos.
El vacío se asoma, la negrura me invade:
En las décadas de antaño
el olor a rechine, el sabor pastoso, un color descifrable
todo da muestra de su presencia.
las gigantescas bestias en las paredes, me absorben
como ceniza de muerto con alma anestesiada,
la compañía de sus voces me aturde en las calles,
diarios amontonados en rincones inhóspitos
pasos noctívagos en espacios huecos
ruidos hogareños de frases familiares.
Un manto nocturno me invade entre las sabanas y toca sutilmente
el lienzo de luna que me aniquila,
me retuerce el pensamiento y comulga ante mis aflicciones,
soportando el eco de tus voces,
soñando con tu voces
y muriendo con tus voces.
Se ha perdido mi voz
Y el fantasma altruista del tu pretérita existencia,
me toca, obligándome a callar.
Hoy empieza el martirio de una esclava que lamentara las funestas labores.
Hoy se ha marchado….
Mi hermosa niña de plástico
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