La reina ha muerto
haré una casa tan grande
que será un insulto para Dios.
Millones de soldado agitan su columna
en movimientos no necesitados de cerebro.
Tuneles, tuneles, tuneles.
Miel, miel, miel.
Un coloso las roba.
Indefensos baten sus alas,
chillando, chillando, chillando,
y cae el palacio de cera.
En la hierba es irrecuperable la vida
mientras su vida se pierde entre la hierba.
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