03 septiembre 2008

Negra Sangre


La extraña sangre;
que brota del olor de las iglesias
cae sobre el marmol
de la estatua negra de un cristo muerto
que nunca existió.

El pelo da vueltas al son psicodelico
mientras se quiebra
otra vez la ostia
los ematomas en las rodillas paso a paso
van desapareciendo.

Su imagen grita rasgando el hábito;
misericordia, misericordia.

Las cabezas son sordas y mortales,
las virgenes de piedra.

Solo un ojo humano,
tinta la noche en su gruma espesa
del color de la oracion,
mientras la embolia obstruye al poeta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante tu descripcion de una iglesia. Tus textos tienen un matiz distito todos los dias. Un abrazo. Sam