18 enero 2009

Partes de mi

He visto monstruos; cientos de ellos. Han llegado por el correo y se han escondido entre las sombras, hasta los he sentido sacudirme los bolsillos, meterse en mis peluches, visitar a los extraños y saludarme en los espejos mientras se bambonean en mis pupilas. Siempre pensé que estas cosas eran imposibles.

Sacuden los armarios, hacen del vientre, encienden las velas, escupen las paredes, consumen nicotina, toman intoxicantes, elaboran desperdicios, reprenden a los duendes, lamen mis heridas, besas mis labios si estoy solo, hasta me leen poesía.


Ayer mismo uno de ellos, el mas pequeño me dedicó una linea en prosa escrita en arameo, la traduccion exacta dice.: -El humo que sale de mi boca dibuja en el espacio el corazon de un muerto-

He aprendido a vivir con ellos. Son sabios, saben vestir, les gusta el helado, me hacen las compras, cocinan mi almuerzo y me renuevan los tejidos. lo que mas me encanta es que me adoran, me miman, duermen, catan para mi en la noche y cumplen mi faena. He llegado a amarlos.

Pero no vinieron pareciendome tan justos cuando en el fondo empezaron a odiarme; no me amaban a mi mismo, sino lo que ellos habian hecho de mí. No amaban mi corazón sino su propia necesidad y ambicion de tener uno propio. No amaban lo que yo era, sino lo que llos podían hacer de mí. Mucho menos lo que sabía, proyectaba, descifraba, descodificaba y entendía; mas bien amaban todo lo que habían enseñado.

Muy en el fondo empezaron a planear mi muerte. Anhelaban escuchar mis ultimas palabras y ver la bocanada de aire que sellaría mis voz para siempre con el verbo que ejecuta el silencio; me imaginé a mi mismo precipitandome de bruces en medio de una escalera electrica meticulosamente preparada para mí como una trampa mortal. Vi como en el centro de la escalera yo rodaba cuesta abajo mientras la escalera subía, haciendome mantener el mismo punto de referencia con la misma firmeza que el junco se aferra a la tierra. Mientras ella subía yo bajaba sin cambiar de ubicación, mientras el circulo vicioso se hacía cada vez mas imprudente. Vi como mi piel, mi cara, mis manos, mis piernas, mis miembros, mis organos, todo se fue desprendiendo entre escalon y escalon hasta quedar un cuerpo muerto que continuaba desprediendose según chocaba entre peldaños de muerte.

Al final, ya no habia cuerpo. Todo se habia desintegrado con los golpes. Solo quedó mi cerebro, mis ojos, mi alma y mi corazón Entonces se detuvo la escalera para no dañar estos organos, y vi como de uno en uno se fueron postrando alrededor de mis partes y se las rifaron en juegos de azar como si se tratase de un burdel de putas prestadas. Pero algo ocurrió luego, todos querían ser perfectos, y para ellos era necesario tener todos los organos así que empezaron a comerse uno con el otro, el otro con uno y siguieron la rutina hasta comerse todos entre sí. - Solo sobrevivió el mas fuerte, pero murió mas tarde por exceso de perfeccion, al parecer solo yo podia soportar semejante cargo.

La idea de morir en la escalera me resultaba un tanto interesante, rea tan cruel y desgarradora encendía en mi la chispa aquella que produce el morbo del miedo a lo desconocido y prohibido, era tan excitante, y morir de una forma violenta nunca me ha desagrado, es mas, siempre he pensado que si me suicido algun día, sera dejandome morir de inhanicion, y al final cuando casi no me queden fuerzas, lanzarme por un barranco, es tan doloroso y cruel que me fascina, por ende la escalera era un buen punto a considerar, una idea motivadora y de mi agrado. Pero la idea de morir a manos de esos imperfectos infelices no era de mi agrado.

Salí de casa, cerré puertas y ventanas e incendié todo el terreno correspondiente a la casa. Asímismo sin mas ni menos, lo hice sin pensar en las consecuencias.

Escuché gritos, llantos, suplicas y demás plegarias, mientras hiba caminando haciéndome el sordo ante el clamor de los necesitados. Recordé como por una chispa que me hizo chisporrotear que mi madre estaba en casa. Me dió un poco de alegria haberme al fin librado de ella, aunque por otro un poco de pena porque a pesar de todo no debía morir así con tanto dolor, al final de cuentas era mi madre ¿no?. Pero lo hecho hecho está. Ademas que mas daba si vivia o moria si a fin de cuentas no me servía para mucho.

Era ya tarde en la noche cuando solo se escuchaban alarmas de bomberos y gritos de sirenas. Me senté en un sillón del parque bajo la luz de una farola y me fumé un cigarro, mientras entre calada y calada pude ver -El humo que sale de mi boca dibujando en el espacio el corazón de un muerto-.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegra saber que incursionas en los cuentos. Sobre este tu primero, posee lo que insistentemente digo me gusta, que es tu capacidad descriptiva aun de lo abstracto. Lo que se es que debes buscar la manera como la historia toma consistencia y enlazar las ideas para que pueda verlo como un todo. Revisa si has de usar rima en todo, si la historia es escrita en verso o en prosa, y trata de que los abstractos no sean demasiado descritos porque provocarian la perdida de las ideas. Pero en general has hecho un gran esfuerzo y veo resultados positivos. Abrazos para ti manito!