Ha vuelto a llamar
la peste de sonidos y la nostalgia de sus arrugas me placen,
mis ojeras definen
y los conceptos de tus muecas rompen el silencio.
¿Que parte no entiendes?
mi cuerpo habla como objeto del deseo, mis manos tiemblan
como espectro de un tabuco, mis dedos deshojan perlas,
como siempre ensangrentadas.
Mis ojos retuercen en opúsculo de los asesinos,
y mis viajes comentan la escata.
Todo mi cuerpo habla
Entonces,
¿porque no entiendes?
Deja de culparme.
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