11 septiembre 2011
Amor prema Odio nue
Siempre hago el trabajo que odio
aquel que considero para gente común -para mortales-
construir pirámides de servicios
inspiradas en libros muertos
sin luz, sin sombra.
Hoy he desafiado al señor de la vida
besando la mano del Dios cadavérico:
con talón vulnerable
gritando al mundo la dejadez de mi pluma
mientras mi mundo gira.
En el zafacon habita la lectura
cuando en la noche arde -como dulce garganta-
sumergida en el cieno de la noche
que se confunde con el demiurgo
ignorando la filosofía barata.
Cada día te recuerdo
aun cuando cesan las horas -se trasladan los planetas-
y mi cascara atiborrada de odio
se sumerge en la catacumba de mis ojos
durmiendo entre mis pupilas.
JAMAS MIRARE TUS OJOS
Espero que llames nuevamente
y entonces retornes las aguas -las que bailan la marea del dolor-
para que mueras en mi cabeza
y habites en mi corazón
cual inmortal esfige de recuerdos traicionados.
Se que me has escrito -al menos dos veces-
pero mi visión nunca se reflejara en tus letras
a no ser que un día despierte
con la llave sembrada en el bolsillo
de un pantalón pobre y ceñido -no quiero tu invitacion-
Prefiero seguir trabajando
en el desprecio de nuestros silencios -barreras que ninguno quiere romper-
mas te recuerdo, que un día no muy lejano
me abandonara la tierra onírica
mas pediré a Morfeo otro sueño, donde no bailaras la danza que acuña mi estación.
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