21 agosto 2011

Muerte a la poesía vieja, bienvenida la gorda de las infidelidades



Ayer fuiste la poesía
podía escribirte
nomás que un puñado de palabras de luz
una cofia de vida
vaciada entre la muchedumbre
ciudad de cuerpos eléctricos.
Un beso pasado
intangible y desnudo ante el rocío
de un sol muerto
en el pueblo desierto iluminado
mañanas grises, líneas sordas
de una solapa triste
el verso navega en el demiurgo
de una abrazo esfumado
olas de miradas.

Aquella nueva poesía es “puta”
gorda y agria
¿Te parece dulce?
No sabes de cosas bellas
yo enmaraño el cáncer, amor mal codificado
vacío cada destello de luz entre tu sombra
demonio de tierras lejanas
mordiendo el estribor
cristal de orgasmos extraviados en malas metáforas
cristal que recuerda ser diamante
cristal… diamante… claro cristal

Diantres… Diantres… Diantres…

Mis versos bailan
hermosas composturas de diciembre
a los 23 días de una estación
no vuelven los besos
salados peces del océano.

- Te quiero
- Lo sé
- Prometo que esta vez escribiré versos diferentes
- No me interesan, ahora tengo a alguien que llena mis pupilas de flores, limpia el cieno de mi pueblo desnudándose en las mañanas, lamiendo con una lengua dos planetas lejanos en el bing-bang de mi universo, de pensamiento dulce peso a dedos agrios, de “culo caliente” pese a versos gordos que matan, pero matan tan dulcemente y tantas veces al día, que en 3 ocasiones no he recordado tu nombre: Ich liebe dich, ich liebe dich, ich liebe dich.

“Mierda”… “Coño”… “tiem”…

Tiempo perdido guardado en bolsas rotas
versos añejos de esperanzas calvas.

-Esta poesía estaba junto a la tuya, dormíamos los tres cuando el ladrón se colaba en rayo de luna infiel por ventanas desprovistas de razones que buscan un corazón.

Du bist meine lieben… Du bist meine lieben… Du bist meine lieben…

-Me sentía solo, tan solo que cuando el reloj gritaba extendía mi brazo buscando tu pene, tu sexo, tu sexo en el sexo, tu sexo en el sexo de mi sexo para conectar ambos sexo y hacer el sexo, buscando tu cuerpo en festivales nocturnos de máscaras abortadas cada dos años, y solo encontraba a mi lado una cabeza provista de pelo propicio a morir con el demonio de la calvicie.
Yo estoy contigo… decía. Yo estoy contigo… decía. Yo estoy contigo… decía.

Lieben est norte

-Antes de visitar tierras extranjeras la marea la trajo a mi casa cual regalo de un Dios – Vete, me dijo, cuando vuelvas aquí estaré para ti, si sientes algo, llámame.

Nunca te esperé
ya te tenía, no te hacía mío
cohibido, miedo, vergüenza
aún siento tu cuerpo mío, tu cuerpo mío, tu cuerpo mío.

-Estuvo junto contigo, ahora que he disparado cual rey de suspiros la balacera de musgos al corazón del viejo poeta. Eres poesía, una poesía conformista y resignada a hundirse en su punto fijo descansado sin antes haber vivido, sin embargo rodeada de un tormento delicioso y cutre cual libro sagrado, pero nunca serás nuevo… como el gordo y agrio poeta, es nuevo y no me deja perder en las soledades que entrecruzan mi calzando, nuevo poeta, nueva poesía, nuevo “culo”.

Ya no soy poesía
al menos no tuya
no quiero serlo, nunca más.

IMBÉCIL

Prefiero perderme en agujeros de “nosé”, antes de volver a un regazo ensuciado con palabras tristes, y sexo continuo sin la magia que otorga un poema. Aquel mísero y ancho escroto, que lamentará tu sexo haber tocado, tu sexo, lleno de escata.

He muerto miles de veces para volver a la vida y hacerlo nuevamente.

No te quiero, vete
no me dejes solo

Ansío tener que apreciar tu rostro
no leer tu ironía
de versos nuevos.
El reflejo de la diosa me los lee secos
cada noche como petardos brillantes que adornan mi andrajoso suelo
cargado de deseo
de oscuros temores
de suaves rimas, a veces pobres
con pelotones de garras que desguazan mi carne inyectando su veneno
calles de asfalto en las venas de la poesía
corroídas por el odio que las derrota, pisa y pesa.

Sufrir es la opción que adoptan poetas de vida lente y muerte rápida. Dolor: inevitable. Sufrir: Opcional. Búsqueda de soñar lo vivido o lo que esconden nuestras antiguas promesas.

Si sufrir es poesía, quiero ser poeta.


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