Qué se esconda todos los tambores, se callen
las sirenas verdes enredadas en musgos. Que duerman
las musas viejas pegajosas y arrugadas. Que se olviden los
clásicos. Que las bombas silencien. Que los besos se paren.
Los corazones no vibren en sus sonidos. Y que el jilguero no cante.
Silencio
Silencio
Que voy como la peste
mordiendo la panza de los caballos en la noche.
las sirenas verdes enredadas en musgos. Que duerman
las musas viejas pegajosas y arrugadas. Que se olviden los
clásicos. Que las bombas silencien. Que los besos se paren.
Los corazones no vibren en sus sonidos. Y que el jilguero no cante.
Silencio
Silencio
Que voy como la peste
mordiendo la panza de los caballos en la noche.
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